Cuando dejamos de entrenar nuestros pies ya no tienen la misma fuerza muscular, lo notaremos por ejemplo al subir unas escaleras que antes las hacíamos hasta de 2 en 2, y ahora suspiramos por cada peldaño. Este proceso es normal y además con los días comienza la perdida de la capacidad aeróbica y por último la anaeróbica.
La actividad física como correr regularmente aumenta el rendimiento deportivo, pero a la vez la inactividad total produce una reducción rápida del rendimiento en función del periodo de inactividad.
Esta tabla muestra la perdida que tendremos si mantenemos un 100% de abandono del entrenamiento deportivo y estábamos en un rango de entrenamiento normal de 2 a 4 veces por semana:
fuente: Barrett, L. “Physical RTR”. 2001, p. 22-23.
Estar 2 semanas sin entrenar nuestras pulsaciones en reposo aumentan entre 5% a 10%. Además, ya comienza el proceso de baja de nuestro Volumen Máximo de Oxígeno (VO2MÁX).
A las 3 semanas sin entrenar, comienza además el proceso de pérdida de masa muscular y la reducción de lo que nos costó tanto lograr… “el aumento de tamaño de nuestro corazón”, nuestro motor principal. También la Frecuencia Cardiaca sigue aumentado en reposo.
Entre las semanas 4 a 7 sin entrenar perdemos casi completamente el aumento logrado de los depósitos de glucógeno, y nuestro Volumen Máximo de Oxígeno (VO2MÁX) empeora a un 50-70% de lo que se gana haciendo ejercicio. Nuestro cuerpo ya no metaboliza la grasa tan rápidamente como lo hacíamos antes, y por lo tanto comenzamos el proceso de acumular más grasa.
Un corredor con mejor condición física, como por ejemplo un maratonista, su pérdida de condición física será gradualmente menor que un corredor aficionado.
Y como conclusión más importante es tener en cuenta que lo mejor que podemos hacer para nuestro cuerpo es mantener una rutina activa de deporte, ya que es la única manera de mantenernos en forma y sentirnos bien.
-Fuente: Marathon Ranking
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