El deporte profesional se ha convertido en una diversión para las
masas, por encima de cualquier otra, y los deportistas en los héroes de
nuestro tiempo. El éxito, la fama y el dinero atraen cada vez más a un
ejército de jóvenes que quieren convertirse en ídolos. Algunas personas
no están de acuerdo con el profesionalismo y culpan a los medios de
comunicación que lo han convertido en un espectáculo haciéndolo ver
como negocio. Pero no podemos generalizar, ni negar que existan buenos
jugadores que disfrutan con el deporte y que se esfuerzan por hacerlo
bien.
No siempre el talento deportivo perdura a lo largo de la infancia y
adolescencia. No todos tienen la capacidad de sostener esas destrezas
deportivas a lo largo del camino. Muchos quedan en el mismo, ya sea
porque no conservan el talento o simplemente porque el deporte
profesional ya implica otras variables y no desean comprometerse a una
carrera deportiva. Los obstáculos que hay que atravesar para llegar a la
meta tan deseada son cada vez mayores. Es por eso que el deportista
profesional debe mantener varios pilares fundamentales: la reacción
frente a la adversidad, fortaleza mental y un gran apoyo de sus redes de
contención
Junto con todos los indudables beneficios del deporte y las
experiencias, el compañerismo que se crea en los viajes y
entrenamientos, las vivencias que adquieren y los países que conocen por
poner solo unos ejemplos, el camino para convertirse en un deportista
profesional es difícil y se puede correr el riesgo de que el placer de
jugar se convierta en una obsesión. En ocasiones, las excesivas horas de
entrenamiento llevan implícitas que se pierda experiencias claves de su
vida, que deba renunciar a sus amigos e incluso a su familia. Aunque
los deportistas profesionales gozan de una serie de beneficios y medidas
de apoyo que les permiten tanto obtener un buen rendimiento en su
actividad deportiva principal como compaginar ésta con todo tipo de
estudios y/o trabajo el debate perdurará por los siglos de los siglos,
cada uno surge, crece y triunfa a su manera. El camino para llegar a ser
deportista profesional implica mucho esfuerzo y renuncias, son muchos
los que lo intentan y muy pocos quienes lo consiguen. Sin lugar a dudas
parecen ser individuos afortunados, más que el resto de las demás
personas, pero olvidamos que lo que ellos hacen es duro y con dificultad
apreciamos sus puntos más vulnerables.
Para llegar a cualquier meta, pequeña o grande, solo hay un camino,
No hay sistemas, sencillamente, no se puede pretender ser profesional y
sentarse a esperar, no hay teorías extrañas, ni golpes de suerte, el
éxito está en el día a día. Hay que esforzarse. PROPONERSELO Y TRABAJAR.
Violeta para Gaceta Deportiva. http://gacetadeportiva.net/deporte-con-puntos-y-comas-el-deporte-profesional/
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