Todo tiene su lugar y su momento, también las emociones y seguramente estarás pensando ¿cual es la influencia de las emociones en una lesión deportiva? Es lógico, pues cuando hablamos de lesiones siempre pensamos en el cuerpo, nos viene a la cabeza una rotura o un esguince ya sea en la mano, en un brazo, una rodilla, etc. y estas en lo correcto, pero es importante que sepas que existe también una “lesión” en la mente que suele ser el detonante para que se produzca una lesión física. Digo esto porque la posibilidad de que una lesión se produzca tiene varios factores que predisponen al deportista y pueden ser físicos (exceso y/o deficiencia de entrenamiento) sociales (presión de los padres, familiares o la propia competencia entre compañeros de actividad) y psicológicos (variables personales, lesiones anteriores, problemas familiares, miedos, pérdidas familiares, etc.)
Esta es una de las razones por las que cada vez hay más deportistas (sobre todo los deportistas de élite) que recurren al apoyo de un psicólogo deportivo que les ayude a aprender a manejar todos estos aspectos para lograr un estado físico y mental óptimamente saludable. La aparición de una lesión puede ser traumática y constituye uno de los obstáculos más importantes para el exitoso rendimiento de un deportista.
El estrés (¡¡sorpresa !!) se ha convertido en el factor principal que, relacionado con las demás causas aumentan la probabilidad de aparición de alguna lesión. Es preciso tener en cuenta y ser consciente que todos estos aspectos les irán acercando a una delicada línea entre el óptimo estado físico y mental (rendimiento). y que lo más probable es que desencadene una lesión deportiva. Cada disciplina deportiva involucra diversas partes del cuerpo en grado distinto, la ansiedad para lograr la adherencia a la propia actividad ocasiona desequilibrio, pues a medida que aumentan las cargas de compromiso y responsabilidad, también aumenta la probabilidad de lesionarse. Una cruel realidad es también que en muchas ocasiones las expectativas del deportista en su afán de cumplir con personas cercanas lo someten a presión y por eso se lesiona con frecuencia, para evadirse de la misma, ¿Cómo? Así, como lees, la lesión sirve como un modo de evitar las consecuencias de la participación deportiva (competencia) lo que genera un alivio inmediato al sufrir la lesión y evitar la angustia que muchos experimentan ante la pérdida de control emocional (estrés), pero ojo, minimizar estos te pueden llevar a un problema mayor. Conciliar y controlarlo es vital. No contemples la competición como una batalla. Es un lugar para ponerte a prueba después de tanto esfuerzo. Piensa en disfrutar.
Sé consciente que el deporte, del tipo que sea, es un escenario ideal para expresar emociones, trabaja con valores como la constancia, la perseverancia, sacrificio, compañerismo y solidaridad para llegar a ser cada vez mejor persona y mejor profesional. Aprende a manejar tus emociones. Mejora tus defectos y aprecia y potencia tus cualidades. Los deportistas de ánimo positivo sufren significativamente menos lesiones, los trastornos de ánimo como la depresión o fatiga y las percepciones y emociones asociadas al estrés influyen negativamente, así que, aunque una lesión parezca a simple vista un hecho fortuito ten presente que las emociones poseen una reacción conductual y orgánica inmediata, relájate, motívate, concéntrate y procura mantener siempre una actitud positiva.
Y si desafortunadamente estas o caes en una lesión, asegúrate de tomar un descanso bien merecido, Las lesiones son probablemente el método más rápido para incentivar las ganas de entrenar, que no te gane el deseo de hacerlo, considera que tu cuerpo se recupera cuando está descansando, y si no le das la oportunidad, se descompondrá un día irremediablemente. Eres el dueño de tu destino, tienes capacidad, talento, puedes formarte y seguir aprendiendo… que nadie decida por ti dónde puedes llegar.
Violeta Campos para Gaceta Deportiva. Enlace
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