*Un equipo sin buena relación entre entrenadores y jugadores, nunca llegará a puerto seguro.
*El profesionalismo exige respeto mutuo, una ética de trabajo incuestionable y honestidad.

Siempre he pensado que, al igual que ocurre entre jefes y empleados,no con todo el mundo se puede tener excelente relación y de manera similar la relación jugador-entrenador puede ser de muchos tipos, cada deportista requiere de un apoyo especial, un trato determinado para sacar lo mejor de él a través de una relación que funcione para tal fin, respaldo de la confianza, la motivación por responsabilidades, recompensa del reconocimiento, etc. etc. etc. El desafío de todo entrenador es instruir, enseñar, sostener, no importa el nivel de los deportistas, un buen entrenador debe ser “especialista en lecciones de vida”, y los jugadores centrar su objetivo en jugar positivamente. . No tengo duda de que para sembrar un buen clima de trabajo la comunicación y el respeto son fundamentales. La visión del equipo debe ser compartida y no únicamente bajo los esquemas mentales (que podrían ser insuficientes) del entrenador.
Mundo Actual / La Historia no Participa
Vivimos en un mundo de sabiduría compartida, el baloncesto es un vivo ejemplo de cómo perderse entre la espesura de los protagonismos, de eso de vivir como uno quiere y cree correcto, siempre se escapan detalles a los entrenadores o jugadores que ponen en jaque la vida de un equipo Un equipo puede estar confuso, incluso desmembrado por situaciones que ponen en riesgo la permanencia de jugadores o entrenadores, por beneficio y salud de equipo, tanto los jugadores como los mismos entrenadores se deben mantener en la realidad actual, y no vivir en… todo pasado fue mejor….sabemos que existen deportistas considerados de alto rendimiento donde el papel del entrenador se convierte solo en consultor, en este punto los entrenadores apoyan dando información útil para tomar decisiones, a deportistas así, hay cosas que no hace falta decírselas, ya las saben, sin embargo, y a pesar de muchos se debe ser disciplinado.
Todos tenemos una historia detrás, pero algunas veces, y solo algunas se nota. No existen equipos si no existe una cohesión interna, pero la autosuficiencia, tan ligada al orgullo, nos sienta mal.
Por Violeta para Gaceta Deportiva.
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