Recomendaciones para enfrentar desiciones complicadas en público.

* "El reto de hablar en público", artículo por  Por José L. Díaz de Villegas Freyre Especial para Por Dentro
*La manera en que te diriges a ti mismo influye en cómo te comportas y piensas

*Estás a punto de hablar en público, con poca preparación y estás comprensiblemente nervioso. Tu diálogo interior va a millón. Para nuestros propósitos, te llamas Manuel. Te puedes decir: “Voy a estar tranquilo y hacer lo mejor que yo pueda” o “Manuel va a estar tranquilo y hacer lo mejor que él pueda”. ¿Cuál de las dos maneras de hablarte te pondrá más tranquilo, resultará en una mejor charla y permitirá que no te pases el resto del día pensando si lo hiciste bien o mal?

Un grupo de investigadores en las universidades de Michigan, Michigan State, y la Universidad de California en Berkley se pusieron a investigar precisamente eso. ¿Qué pasa cuando, antes de un evento que nos va a causar ansiedad social, nos referimos a nosotros en la tercera persona o usando nuestro nombre, en vez de usar ‘yo’?



Lebron James, sin saberlo, tenía la contestación. El jueves, 10 de julio de 2010, James, el mejor jugador de baloncesto del mundo, hizo un anunció que provocó ira incontenible o alegría sin igual entre los fanáticos. Se movía de Cleveland a Miami. Esa noche, y reaccionando a un incidente donde fanáticos de Cleveland quemaron su camiseta, explicó su decisión: “Una cosa que yo no quería hacer era tomar una decisión emocional. Yo quería hacer lo mejor para Lebron James y hacer lo que haría a Lebron James feliz”.

Con esa anécdota comienza el informe de investigación, publicado este año, donde los investigadores nos cuentan qué pasó cuando se pusieron a ver los efectos de la manera en que hablamos con nosotros mismos. En uno de sus estudios le dijeron a los sujetos que su misión era que un desconocido del género opuesto se llevara una buena impresión de ellos durante una corta entrevista. Los dividieron en dos grupos y les dieron tres minutos de preparación  durante los cuales todo el mundo pensó en un evento estrésico futuro . Un grupo,  se hizo la historia pensando en sí mismos como 'yo' y el otro como Fulana o Fulana,  'ella' o 'él'. En otro estudio reunieron un grupo de personas y les dijeron que tenían que dar un discurso en cinco minutos sobre su trabajo ideal. Un grupo imaginó el desenlace hablándose a sí mismo en primera persona y el otro, bueno, ya saben.
Durante todas las situaciones hubo un grupo de personas que evaluaban el desempeño de los sujetos, apuntando si caían bien o daban una buena charla.

Y esto fue lo que encontraron. Si te refieres a ti mismo en la tercera persona o usando tu nombre, como si te vieras desde afuera, te vas a decir más cosas como: “Manuel, puedes hacerlo. Esto es un guame. Con tu sentido del humor vas a salir bien”. Si te hablas en primera persona te vas a decir cosas como: “No hay manera de que yo haga esto. Necesito más preparación. ¡No estoy listo!”.
 La manera en que te diriges a ti mismo tiene influencia sobre cómo piensas, sientes y te comportas. Lebron lo sabía. En su momento difícil, encontró distancia emocional y maniobró la situación. La próxima vez que llegues a una fiesta donde no conoces a nadie, entres a dar una presentación, o te vayas a una entrevista, ¿Qué te vas a decir?

El autor es coach de vida certificado. Más información en jose@coachjoseluis.com| Enlace
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