Gráfica de la Escalada del Esfuerzo; No te excedas...






ESCALA DE PERCEPCIÓN DE ESFUERZO.
Herramienta muy útil para que puedas medir en forma subjetiva, el esfuerzo que realizas en una determinada actividad.
Te permite saber qué efectos tendrá el ejercicio según la intensidad que trabajes.
Al utilizarla puedes controlar la carga diaria, semanal, mensual, etc., y aunque quizás no sea el mejor método, es una buena forma de unificar el control de la carga y la intensidad.
Está basado en la propia percepción del sujeto sobre el grado de fatiga o intensidad del esfuerzo que siente, reflejando de este modo una medida global e integrada del nivel de esfuerzo.







LA FÓRMULA MÁS SENCILLA PARA MEDIR LA INTENSIDAD DEL ENTRENAMIENTO

Estamos acostumbrados al uso de la tecnología, como es el caso de los útiles pulsómetros, para medir nuestra frecuencia cardiaca, y así recabar más información y más pistas acerca de la intensidad de nuestro entrenamiento.
Incluso existen diferentes métodos para medir la intensidad de la actividad física, algo más complejos. 


LA CAPACIDAD DE HABLAR

Pero al margen de todos estos métodos, dispositivos tecnológicos y equipos de alta gama que desgranan nuestras capacidades físicas para medir la intensidad con la que nos entrenamos, EXISTE UNA FÓRMULA MUCHO MÁS SENCILLA PARA LOGRAR UN SIMILAR ANÁLISIS: EL TEST DE HABLAR.

La prueba de la capacidad para hablar mientras nos ejercitamos, nos plantea TRES NIVELES DIFERENTES DE INTENSIDAD con la que llevamos a cabo nuestras sesiones de entrenamiento:




-INTENSIDAD LEVE. En dicho nivel, la persona es capaz de mantener una conversación o incluso de cantar, mientras está en plena ejecución de la actividad física.
-INTENSIDAD MODERADA. La idea de mantener una conversión mientras se hace ejercicio es bastante más costosa para el sujeto en cuestión.
-INTENSIDAD VIGOROSA. Si la persona se queda sin aliento o jadea, es prácticamente imposible que sea capaz de mantener una conversación con facilidad.
De esta forma, poniendo en práctica el test de hablar somos capaces de determinar nuestra propia frecuencia de respiración, la cual está ligada a nuestro ritmo cardiaco. Un valor que nos permite conocer, de forma rápida y de primera mano, nuestra intensidad de entrenamiento.


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